23 octubre 2012

Pequeños sueños...

Se aleja casi indiferente,
deslizando su mirada por sobre su hombro.
Reposando en mí, esperanzas.
Poco, y a la vez, único
prisma de luz.
Dentro del auto,
Con los vidrios empañados,
no puedo ver, ni sé dónde estoy.
Se acerca lentamente
No reconozco su rostro
y tampoco puedo huir.
Me siento caer eternamente
sin poder sujetarme.
Hacia donde mire,
su figura acéfala está allí.
Todo empieza de madrugada
y a cada momento.
El amanecer le pone fin al encuentro.

Sueños.

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